La duda

Callo la duda, la enmudezco,

dejándola al socaire de un espacio

donde no  se encuentra ningún balcón abierto

ni puerta que labre su escapada

a las afueras duras de la vida.

Traspaso la duda, desmerezco

el ansia prominente por certezas

que a fuer, de incertidumbres,

se hacen fuego…

Se consume, mientras la sospecha,

que sigue ahí, latiendo sin respiro,

para que haga mella en su certeza

y me deje tranquila, olvidando

que de la duda,  brotan las certidumbres

y verdades abiertas

que labran la tierra de barbecho.

Postergo, con pereza la perpleja costumbre

que aquejo, y sigo meciéndome,

tanto que del titubeo hago costumbre

hasta que rauda se me despereza

la ansiada curiosidad por conocerla.

Sospecho que la duda se me adhiere

a la piel, como si fuera parte de ella,

o la veleta, que me hace tornar bien la cabeza

 hacia otros derroteros que expugnar

para, entre hojarasca encontrar

tantas preguntas sin respuesta.

Y así, navegando entre dudas, certezas

o curiosas marchas, todas con despliegue

de largas evidencias, sin más seguridad

que mi cabeza

voy saltando de certidumbres

a vanas sospechas, sin más interés

que caminar erguida, directa

y en dirección exacta hacia la muerte.

María Toca Cañedo©

Santander-30-11-2023. 21,18

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Dibujo

LeslieBarber_BookStack, 7/7/16, 1:52 PM, 8C, 5028×9900 (1357+87), 125%, Custom, 1/8 s, R51.2, G27.1, B43.3

Hay veces que dibujo con pinceles de humo

ilusiones, deseos y sueños

en las nubes, las pinto con colores difusos

que luego se hacen noche

 y repaso los lindes del dibujo

con carboncillo y pinceles labrados de entusiasmo.

En ocasiones, escribo versos infames en la alberca

que tengo en el jardín

o en estanque plagado de peces de papel

y tiernas lucecitas, que tiemblan,

como estrellas de mar recién hayadas.

Otras pinto paisajes y bodegas

en el aire trémulo que mece

el viento que anda encerrado en mi cabeza

y con todo hago un cuadro fluctuante

que solo ven los ojos que miran fantasía

y pueblan las esquinas con sueños bien labrados.

O camino descalza sin más ropa

que el vestido  brioso

que me presta el  rocío cuando cubre la yerba

y despejan las sombras, la buena amanecida.

Como abrigo, llevo sobre mis hombros

el aliento del amor que madrugó lascivo

y una manta de sueños que labro cada día.

Camino por las anchas veredas,

corridas y por brañas

del monte que se ciñe ante el mar

rindiendo pleitesía ante las olas

y junto a pájaros y peces

troto, como  loca enajenada y viva

que busca con el ansia

hallar la libertad.

María Toca Cañedo©

Santander-30-11-2023. 21,30

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En cárcel

Me rodean barrotes, encendidos, brillantes

de piel coloreada,  barretas que me guardan

celosas, vigilantes

el alma magullada.

Sutil cárcel de plumas,

que encierran las calladas respuestas,

ordenadas y altivas

en anaqueles blancos

de pared encalada…

Es cárcel vaporosa,

prisión al fin y al cabo,

  -jaula de pensamiento-

que encierran la contienda

para que, bien tapiada

oculte lo que soy, lo que fui o pude ser

quedándome en la nada.

Y al cabo, camino  la vereda,

amplia, o magullada

haciendo gran contienda

con ese ser ambiguo

que siempre va conmigo.

A veces la contemplo, la miro,

 desafío tenaz, mas debo confesarme

que no sé si es amiga

o marcho por la vida

caminando, perdida,

con basta compañera

que no es más… que una desconocida.

 

María Toca Cañedo©

Santander-21-11-2023. 11,05

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Volver atrás

¿Sería posible dar la vuelta?

no para vivir lo que he vivido,

que fue bastante la dureza,

sino para aprender a ir despacio

contemplando el discurrir de cada día.

Amar más, si eso fuera fácil,

y sobre todo dejar de flagelarme

con cada error que cometía.

Vivir sin prisa, darme la vuelta

de cada lugar oscuro donde no recibía

la dulce sensación de ser amada.

Por eso y por volver a sentir

la ternura de mi niño…

por eso, digo, daría la vuelta ahora mismo.

                                                                  María Toca.

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Se dijo todo

Se dijo todo,

se agotaron las palabras, usadas de antemano.

Tornaron argumentos a estar solos

y ya se contó  lo habido y por haber.

Se contó todo

lo bueno y lo malo,

había que contarlo y ya se hizo.

Al doblar la esquina que ando ahora,

se contaron los cuentos que había almacenados,

 en los hueros estantes de la vieja alacena

que colocará  con denuedo

la gente sencilla que  alternaba,

 en franca algarabía

amando u odiando, cada día.

Viviendo a trompicones

contándome historias encendidas

se tornaron feroces las vivencias,

las poesías, el fútil teatro de la vida.

Se contaron las cosas

tantas veces, manidas historias,

repetidas, gastadas de tanto repetir

que ya no resta nada

 pues todo se ha contado

y solo queda levar  ancla

y andar viva, hacia lares difusos

mientras se intenta conocer

e intimar con otras vidas.

Se agotaron la silabas

encadenadas, sin destino,

a palabras ya dichas, repetidas,

que ya no queda nada por contar

pues todo se contó hace ya tiempo

 y solo resta desvestir al  contador,

juglar de mil historias,

y confinarle al destino

por tiempo bien previsto

 tornándole al lecho

donde dormite la eternidad

y calle su boca para siempre.

Porque de tanto contar

se agotaron el juglar y  las palabras.

María Toca Cañedo©

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Se me hiela el corazón cada mañana

cuando contemplo la calle,

…apenas despertada,

desde   la ventana del cuarto donde habito.

Se me escarchan los ojos con la vista

de  jaurías con almas enconada

que pujan y ladran por un parvo trozo,

de carne escarmentada.

Se me cuaja la lágrima furtiva

que sale de mis ojos, tan cautiva,

para derramarse por el suelo

 enredándose, perdida  en el rocío

que deja la noche, mientras duermo,

en mi almohada.

Y es que me visto con ropa de domingo

en la dulce esperanza de celebrar

que hoy, por fin,  sea festivo

mi día y el día que amanece

para otros compañeros de soldada.

Luego, contemplo con cara ensimismada

 guerras,  combates y las muertes

de gentes como yo, que andan descalzos,

sin vida, haciéndose aquelarre

y torno hacia la puerta a guarecerme

no sea que me cobre pieza la manada.

Enrabietada, marcho hacia al abismo

 de las almas condenadas por el dios

que luce su espada como infierno

y torna brava a la yeguada

que antes pastaba bien  tranquila

y sin la guarda de nadie, liberada.

Por eso, se me nubla el semblante

se me agrieta el alma, y se me funde

la sonrisa de mi cara

tornando, asustada, hasta la casa

para no volver a salir hasta que escampe.

María Toca Cañedo©

Santander 24-10-2023. 20,25.

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O gota de tormenta
o filigrana de poeta,
o lágrima cautiva
en ojos de enamorada
que recuerda.
Tormenta espesa que agita
las nubes de opereta,
agua de lluvia,
pan en la mesa
o libro donde leer
esa poesía.
Alguna de esas cosas
que se cuentan
en amistad y compañía,
ser todo eso o tan siquiera
la voz del grito que levanta
la ira que enarbola
la esclava, cuando al fin
se revela y se levanta
María Toca.
Puede ser una imagen de barco y vela
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Verdugos

Yo, que   lloré con tus lágrimas

paseé por los muros que encerraron las almas

de las tú procedes.

Yo, que soñé muchas noches

con el dolor trenzado que los viles

 hicieron a tus abuelos.

Yo, que recé las plegarias

que no conocía tan solo porque eran las tuyas

y enhebré las banderas

intentando amparar

las heridas pasadas.

…Yo, que hice tantas cosas

para saber tu historia

y poder entender…

Hoy, me pienso, que has cambiado el papel,

te sumas con denuedo

a una orgía de sangre

y al arbitrio más cruel

ese que te lleva a imitar

al verdugo que antes

apretaba tu cuello.

Hoy eres tú quien somete,

quien apresa, quien golpea

y quien mata.

Hoy, como ayer, como mañana, quizá,

alguien tiene que haber que levante la voz

y grite te grite  ¡asesino!

María Toca Cañedo©

Santander-19-10-2023. 21,40

Sobrecogida y triste por ver a las víctimas convertidas en verdugos con saña.

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Antes…

Antes yo también creía…

creía en el ser humano,

en la bondad, creía, en la calma

en la grandilocuencia de la vida.

Antes de que la esperanza

se marchara, corriendo tras la nube

que la guarda, cancerbera

de pasos en la noche, y dudas en la sombra;

antes de que la escarcha se fundiera

y quedara en sordina la costumbre.

Antes, mucho antes, cuando yo

vestía la piel bien estirada

y la juventud me hacía blanda y en derroche

de noches blancas, besos dulces

y tristes madrugadas.

Te digo, entonces, yo creía…

tenía esperanzas bien guardadas

y risas abundantes. Antes, mucho antes

de que las certidumbres

se disolvieran como azúcar

en el agua, mucho antes

de que se hicieran humo

y se perdieran en el aire,

las ilusiones y los triunfos.

Antes de que en las manos me creciera

el musgo triste de los versos

que el desamparo me susurra

y el disloque de ser, tan solitaria,

que parto siempre a rebufo de los otros,

llevando el corazón en la cartera

Antes, de que la soledad nos inundara

yo hubiera querido saber

y no he sabido…

María Toca©

Santander-16-10-2023. 18,47

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Patrias

 

La patria es ese olor a tierra húmeda de rocío mañanero,

el sol que se cuela entre el visillo

y me despierta,

el vuelo de gaviota, libre

cuando busca comida o me saluda ,

las olas que me cubren

y el rumor de un Cantábrico enfadado.

También son las planicies de Castilla,

las olas que forman los olivos andaluces

el rumor dulce de las rías

y el abrupto despeñadero de costa catalana.

El Turia y su sonrisa, el Ebro serio de Aragón mientras lo riega.

El Tajo, el Guadiana y esa brecha de belleza que es Sevilla.

La patria, la pequeña, son amigos,

los hijos que parí y otros que acojo.

La patria es la gente , la patria es un paisaje,

un minuto de paz, amigable dulce que descubres.

Nunca será discordia, armas, bandera que colonice o que apriete a otros, con gritos de patriota.

La patria no es milico embravado

que pisa con su bota al vecino.

La patria somos las parias, las nadies, las que somos. Esa y no otra, es mi patria.

María Toca.

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