cuando la noche es negra
de los cielos diversos,
tan oscuros como el azar más terco;
de los cirros nublosos, como penas espesas
…nos salvan las estrellas
que una encuentra, distantes,
aunque bellas e iguales
a la sonrisa tenue o a la mano de amiga
que presta, se nos tiende.
…Nos salvan las estrellas
del túnel y del miedo,
que acecha tras la calma
o después de gozar el tibio regocijo
tan sutil como efímero,
tan banal como fiero.
…Nos salvan e iluminan
de las noches brumosas
en que todo se siente como saco de piedras
que pesa más de la cuenta
lastrando los pasos en la senda.
Y el andar se hace lento
tal que si fieros garfios
atenazaran, como soga de ahorcado.
En la senda perdida por la que caminamos
el polvo se hace barro pesado
tal que si fuera cieno
que enfangara los pasos
hasta hacerlos muy torpes.
Las estrellas nos salvan
-que son como palabras
que nos brotan del alma-
y se hacen oquedad
entre el dolor y el agua
templando calenturas
…convirtiéndose a duras penas
en luces y poesía
hasta aliviar el animo
hacerlo más liviano.
Por eso os lo cuento…
y pido de antemano
que miremos al cielo
hasta encontrar escritas
las estrellas, en forma de poesía
María Toca Cañedo©
Santander-01-02-2022. 11,17.