Rodeada de silencios,
cual muros de argamasa cimentados,
inacabadas frases que apuñalan;
ojos cerrados…labios muy prietos,
no vayan a escaparse las palabras.
Silencios. Como cárceles
en donde se esconden los furtivos
que son fuertes, soliloquios
amedrentando, locuaces, los vocablos.
Me rodearon, cual muros de granito,
los silencios
y en la cúspide de la pellada
que tornaron los adarves, infranqueables,
tú. Tú y tu efigie que empañaba
una mirada que escudriñaba el horizonte
sin dejar nunca que fuera la vista
más allá de la muralla,
que a base de hormigón, arena y grava,
amalgamada con silencios, construiste.
María Toca
Santander-19-04-2019. 13,00