En ese jardín en que guardo mis cosas
no entraran las quimeras que anulan
la esperanza y los cristales rotos
de las ilusiones quebradas, por otros.
En ese jardín, tan solo cabe la templanza.
el buen augur, cosas sin importancia
que prestan amigable campaña
a mi vida, irredenta, sencilla;
la mía: tan poco importante.
En el jardín donde escondo el verano
que pasé entre los brazos amantes,
o el sombrero, que mi cabeza
ungió el día en que los ojos
chocaron, directos
y abiertos, con el miedo.
Aquí, en el rincón conciso
guardo la miel, la ambrosía,
de los recuerdos vívidos, brillantes,
que atesoro con furia de amante.
En ese lugar, escondido, entre brumas
donde sueño y me hago pequeña,
justo ahí, tengo otro tesoro
que me da riqueza, cuanto añoro:
Las palabras, los cuentos,
historias, que atesoran con celo,
mi fantasía, quimeras de antaño.
Ese es mi jardín, mi tesoro.
Santander-4-12-2016. 20,56