Hoy me pides la voz y la palabra
cuando ayer me la quitaste con soltura,
dejaste mi voz muda, la mirada
escarchada de miedo y de costumbre,
hoy, en cambio, me prometes
que nada acabará con mi soltura.
Pretendes que te crea y te acompañe
en el andar diario, contrariada,
por hacer de la costumbre, una desidia,
de la queja, amable compañía
y del sentir, oquedad dulce y amada.
Me pides que te haga la comida
que te sirva, como fiel y dulce escriba
mas yo recuerdo, hace un tiempo,
cuando tú vociferabas y me diste
la callada, como cruel respuesta
a las turbias preguntas, que te hice.
No me pidas, ahora compañero,
que te haga más de lo debido,
lo perdiste, hace tiempo, con el duelo
de querer que te siguiera, sin la critica,
como siguen las ovejas al carnero.
Santander 24-5-2015. 20,45. 489 días sin ti pero contigo.