Hay quien necesita de iglesias y de ritos
de canticos, plegarias encendidas,
a mí, me sobra la espuma del Cantábrico
el ruido de las olas y el recuerdo
de quién habita el corazón y lo conmueve.
Esa es mi plegaria, mi rezo, mi consuelo.
Rompe espuma gloriosa de mil mares. Rompe,
como espada victoriosa
que nutres la tierra con tu savia
y enjuagas los dolores de las llagas
mientras amortiguas el tormento
de las madrugadas en espera.
Con mi libertad como bandera
con penachos de dicha renovada;
el cielo por techo y la luna
por morada, así camino
rauda, al borde del sendero
enamorada y ahíta del amor
que siempre espero.
Con calma se me eleva al cielo
la oración, bien cimentada,
con ansia de ver las cuencas
de tus ojos, animadas
y volver a contemplar mientras espero,
tu frente bien amada.
Con eso, la espuma del mar
y mi velero…Con eso,
te juro, compañero,
que me llega para arribar a la morada,
donde se guarda el amor bien anidado.
Santander-30-12-2016. 23,07