No era parte del plan…
ni se premeditó con la cautela
con que la existencia se auguraba.
Nunca pensamos demasiado
en los recovecos de la vida,
oscuridades, esquinas angostas
de un camino que auguramos divertido.
No era parte del plan
ni se intuyó tamaño descalabro,
que, a veces, la tristura
fuera la decoración más aparente
y ahora, cuando la nostalgia nos acecha
no comprendemos cómo no vimos lo evidente.
Quizá fuera la luz bien cegadora
o los cantos de sirena de profetas,
tal vez, porque la muerte fuera invisible,
aunque estuvo siempre tan cercana,
vista de soslayo, apenas, a los ojos aparentes.
O que el amor, vívido, explosivo y bullanguero,
obnubilara los instantes
que poblaron la escarcha de la mente…
No, jamás pensamos que las coordenadas
de la vida, se cruzaran
formando una existencia enajenada.
No constaba en el preludio contratado,
ni tan siquiera intuido, por la parte contratante
que la vida se perturbara
y costara vivirla demasiado…
- María Toca
Santander 14-12-2020. 13,14.