Encadenando silencios

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El lamento de lo que no se dice

de las palabras borradas por el viento,

de lo que se calla, sellando compulsos unos labios

cerrados por el miedo, o por vana decencia,

que llega a veces, hasta a ser cobardía;

ese silencio, a veces, duele.

Duele la tregua que ampara lo callado,

lo evitado, en pos de pasos de prudencia,

porque si no se dice, hasta evitar se puede,

pensar lo inadecuado.

Inadecuado, es callar cuando el grito

asoma a la garganta y la sojuzga

como tenaza fuerte, que aprieta

y cierra como garfio, la mano

sobre ella, apresurado.

Apresurados huimos de la verdad candente,

la que callamos,

evitamos contarla y diluimos

cualquier concepto, en aras de un gobierno

que nos ampare y nos cobije.

Cobije el alma, con silencio,

amparé la rutina como si fuera

una vulgar y pobre compañía

que apenas se percibe

y nos sojuzga en vana inconsistencia.

Inconsciencia, de callar lo que sentimos,

de  obviar lo evidente,

de tendernos tretas a nosotros,

trampas, que nos encierran

en el doloroso silencio

como cárcel.

Cárcel, tejemos cárcel de palabras,

entre ellas enredamos las miradas

y luego, en el silencio, con la almohada

apenas reconocemos

nuestra cara.

Santander-17-1-16. 17,04

Acerca de Maria

Escritora María Toca: 1ºPremio Ateneo de Onda Novela, 2016: Son Celosos los Dioses 2ºPremio de Relato Ateneo de Fraga: El Paseador, 2014 Finalista Premio Internacional de Relato Hemingway, 2013 Finalista de varios premios más de relato. Poeta Articulista/Coordinadora/ Fundadora de LA PAJARERA MAGAZINE. Obra publicada: Novela: El Viaje a los Cien Universos Son Celosos los Dioses Relatos coral: Vidas que Cuentan Desmemoriados. Poesía: Contingencias
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