El silencio y los domingos

Un silencio, callado estertor de los domingos

cuando la sima se me abre ante los ojos

y el tiempo parece detenido,

 entre los visillos entornados de mi cuarto.

 Entonces, solo entonces,

siento el hambre de unos brazos conocidos.

Cuando la gaviota se posa en el tejado

y contempla indiferente mi presencia,

que varía entre desolada y expectante,

por las desconchadas alcobas de mi casa,

ella, la gavia altanera, es mi única compañía

interlocutora de  soliloquios

mientras la pesadumbre se cimenta

 con la grumosa argamasa de mi tiempo.

Justo entonces, se me tornan las viejas añoranzas

y extraño con tumulto de dolor a los  viejos  apegos,

ceñidos, como estaban a un presente encadenado

con nostalgias y rencores. Desechados tiempo ha

 siendo ahora magnificados por la ausencia.

¡Que sutil deseo me acompaña

agrietándome los labios de la sed de besos nuevos!

dejándome exhausta de nostalgias

al pairo del deseo de apoyar la febril frente

y dejar que unos fuertes brazos mecieran

con la dulce calma de un pecado,

sutil, breve, conciso…

como siempre fueron las pasiones

vividas de soslayo, casi como  si al  sentirlas

fuera visto como lo más cercano a un milagro.

María Toca Cañedo©

Santander-13-03-2021. 23,39

Acerca de Maria

Escritora María Toca: 1ºPremio Ateneo de Onda Novela, 2016: Son Celosos los Dioses 2ºPremio de Relato Ateneo de Fraga: El Paseador, 2014 Finalista Premio Internacional de Relato Hemingway, 2013 Finalista de varios premios más de relato. Poeta Articulista/Coordinadora/ Fundadora de LA PAJARERA MAGAZINE. Obra publicada: Novela: El Viaje a los Cien Universos Son Celosos los Dioses Relatos coral: Vidas que Cuentan Desmemoriados. Poesía: Contingencias
Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada , , , , , . Guarda el enlace permanente.