Si cuando todo acabe
me encuentras diluida
como en este instante
en que te miro y pienso
que todo lo que pase
ha de abrirnos camino.
Camino, que se llegue
hasta el estanque frio
de las parejas hueras
donde los ojos miran
donde la piel se eriza,
allí, poso mis redes
enciendo mi hoguera.
Y cuando todo pase
y se yergue la muerte
me encontrarán ausente
reclinada en mi seno
esperando con brío
encontrando mi huella
de un camino acabado
escrito en las estrellas.
Y cuando todo acabe
te miraré, primero
sopesaré tu vida
y la mía, y la nuestra
porque el tiempo
se vuela, se macera
entre mieses de heno
que nos vacían
y nos dejan tan hueros.
Cuando todo se acabe
me encontraras aviada
ligera, conformada
porque la vida fue
como una mar en calma
algunas veces,
otras, fue tormenta
y llamas, de luces
encendida y lastradas
de cieno en las miradas.