Trepando por el miedo
auspiciada por el desamparo
que produce estar sola
en el infierno gris
de una urbe cansada
donde vivir es duro,
y morir, poca cosa:
cuestión de voluntad.
No conocerse, apenas intuirse,
en las calles, colmadas en desafíos
que retan al destino
sin mirarse a los ojos,
apenas sin moverse.
No hablamos, escudados
en la dura frontera, que emerge
tras el tumulto de una soledad incentivada.
Cerrados, a cal y canto,
caminamos ungidos,
frente a los otros, al extraño,
que a su vez se defiende,
de nosotros: con su temor
que simula violencia
y solo es miedo, rutina, indiferencia.
Y vamos caminando
entre suspiros ciegos
en pos de un amigo
o de puertas cerradas,
por manos enemigas
que son como las nuestras:
se defienden tan solo del dolor.
Vamos solas, andando
caminando en aras de un infierno
que parece cercano,
mientras, todas callamos,
y andamos en silencio
despeñadas del miedo.
Retiro de Madrid-20-11-15. 12,38.