Los días se suceden,
casi con la armonía
de pasos encontrados,
de caminos bordados
en la suave calma
que marca la concordia
que suma, en vez de restar,
recodos en la vida.
Camina despacio,
en pos de una verdad
que nada en lontananza
y avanza sin cesar.
El camino bordea sutiles prados verdes
cubiertos, como si fuera nieve, de flores
que remarcan la vida que comienza
en esta primavera,
en que llega la noche
tan tarde y sin espera,
tal como la madrugada,
llega, la vida y se espera,
presto que llegue
el día lejano,
en ya nada duela.
Santander-18-5-14, 0,10, 119 días sin ti.