No sé si alegrarme o hacer duelo
que de pronto se acaldaron las brasas
del incierto ardor que consumía
mis carnes en días como estos.
Ese dolor lejano, tan ausente
que consumía carne y a la sangre
la dejaba candente y sin fuerza
para seguir el recorrido
que la lleva desde la cabeza
hacia las plantas…
Se me desgajaron los pesares
esos que el poema sostenían
para dejar yerma, en la tarde,
sin tan siquiera una mala poesía
con la cual alimentarme.
No sé si es porque el alma restituye
los desfalcos que cubrió de mansedumbre
la noche de los tiempos, que es cura,
o simplemente, que se agotó el enjambre
de palabras, con el que se tejían
sutilmente, los pasos de la lírica.
Por eso digo: no sé si alegrarme
o hacer duelo…
#MariaToca
Santander-27-1-2017. 20,52