Se me quedan palabras prendidas de los labios,
son palabras pequeñas, que salen muy despacio;
casi como un susurro
se quedan pegadas, entre los dientes,
que hacen de carceleros de muchos sentimientos.
Barrotes que las prenden
las dejan pertrechadas
entre otras que callan o musitan despacio,
palabras que no digo, palabras que me callo,
me sumo en el silencio, vago,
de mil recados, que por callar, se callan
hasta aquellos milagros
que el día nos hacía, caminando despacio.
Palabras que se mueren
si no son pronunciadas, palabras,
que por no dichas, laceran más el alma
Santander-21-6-14, 18,41.163 días sin ti.