No me lees, pero te asomas
a mi vida cada instante,
no me lees pero cuestionas
cada paso que camino.
Juzgas, usurpas, restringes
sin mirar la luz, a oscuras,
siembras en otros terrenos
que no confluyen con nada
y me culpas de que tu siembra
no coseche ni se abra…
No me escuchas y me juzgas
sin piedad y con rebato
te eriges en juez y parte
y robas esa parcela
que con tino y con cuidado
guardo para mi alimento.
No me miras y crees ver
los fantasmas y la lumbre
que anexionan las costumbres
de tus juicios tan opacos…
No me lees y te preocupas
de lo que a ti te preocupa
sin mirar a contemplar
el paisaje que circunda
parcelando la simiente
y dejándonos muy solas.
María Toca
Santander .09-12-2018. 18,36.