Mucho tiempo, se llevó el destino
que florece con cada primavera
y se encuentra escondido,
en torva cueva
como si naciera con cada mañana
y no tuviera más senda
que la que, entre sábanas, soñara,
la mente, que se cruza y se añora
de aquellas sutiles madrugadas.
Se borraron los pasos,
los recuerdos huyeron;
en vana carrera se tornaron
que no hay nada más cansado
que la vida, cuando, se carga
con historia añeja y los rencores
anidan el alma, sin dejarla huera.
Por eso, quiero, en cada mañana
nacer nueva,
desnuda, y llena de confianza,
como si cada día fuera estación
de marcha y floración primera.
Santander- 24-7-15, 15,55. 550 días sin ti, pero contigo.