Días de retirada.
Días de soledad soliviantada,
de reposo, de solaz bien calibrado.
Días de asueto y de calma,
con la sola compañía
de mis buenos amigos, los fantasmas.
Días en que las hojas caen en el asfalto
y ruedan polvorientas por la nada,
mientras en sol, allá en lo alto
nos ofrece su tibia compañía.
Levantarme y ver la madrugada
escarchada de recuerdos, de flores
que lucen, cerradas, en el quicio
deslucido, que tiene mi ventana
abierta a la calle…
Son días de nostalgias recidivas
que se solapan con las voraces horas
que a modo de sudario, los atrapan.
Mientras el reloj va dando horas
y el tiempo inmisericorde se nos pasa
atrapo los recuerdos, los hago míos
y se los ofrezco como regalo
… a todos mis fantasmas.
María Toca
Santander-14-08-2018, 14,40