Leves, como soplos leves,
suaves, como labios que se besan,
dulces, como un amor nuevo
que entra en primavera por la puerta.
Así son y serán los sueños
que preñamos cada noche
con las manos.
Livianos, con su manto que se cubre
mientras,la templanza endulzada
de una vieja costumbre
que a poco que miremos
bien nos cubre.
En mi almohada
yacen premoniciones,
los versos que no dije,
las inciertas cuestiones
que dejaron huella en el papel
de todos los sueños que olvidé
a base de vivirlos en derroche.
Dulce, como el amor bien estrenado
que emborracha el aliento
y no se cansa al contemplar
con ojos abrasados
la pasión que nos inflama
escarchando la piel,
haciendo llamas
de un tiempo que se ancla
entre visillos
y soplos de milagros renovados.
Así, quiero mis sueños
tan tempranos.
Así quiero despertar cada mañana,
envuelta en recuerdos cotidianos
atada a tu piel,
amarrada mi mano a tu mano,
soñando mundos
rompiendo realidades, que como tal
se nos disuelven, a poco que juntemos
los destinos, labrados
a golpe de timón enamorado.
Santander-22-9-2016. 19,22