Imagino, que eso se llama envejecer

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Crecer, sumir la furia en el armario

completar la tristeza o el cambio

a base de nacer cada mañana,

como crecen las ramas en el árbol.

Subir peldaños, dar nuevos pasos

aunque se desgaje el alma en el rastro

de la vida, que nos sigue

encaramada,  a nuestro lado.

Sin pausa, apenas, sin querer se avanza

como si no tuviera más miedo

que saber, que todo fue elevado

por las miasmas de nacer afuera

y no poder volver,

al viejo camino transitado.

Imagino, que eso, se llama envejecer.

Madurar, hacerse grande, mayor, ensimismado

de vida, de caminar entrelazado

entre gente que anda,  sin sentirse

entre senderos de gloria, ataviados

en la esquina de vida que nos quede,

sin temor, ni prisa. Estar sentados

frente al futuro o al fin de la ruta

que seguimos, siempre, enlutados.

Tan solo, crecer, caminar, seguir los pasos

de los que antes anduvieron a despecho

de no saberse el camino, ni lo andado.

Santander-30-10-15. 18,11.

Acerca de Maria

Escritora María Toca: 1ºPremio Ateneo de Onda Novela, 2016: Son Celosos los Dioses 2ºPremio de Relato Ateneo de Fraga: El Paseador, 2014 Finalista Premio Internacional de Relato Hemingway, 2013 Finalista de varios premios más de relato. Poeta Articulista/Coordinadora/ Fundadora de LA PAJARERA MAGAZINE. Obra publicada: Novela: El Viaje a los Cien Universos Son Celosos los Dioses Relatos coral: Vidas que Cuentan Desmemoriados. Poesía: Contingencias
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