muchas preguntas sin respuesta
alguna inseguridad, muchas enmiendas
y temores ciegos,
sin que pierdan su vigencia,
aunque los tenga soslayados.
En anaquel bien custodiado
tengo la fe que profesaba
antes de que me nacieran las escamas
y la ilusión se me pavimentara
de tristes constataciones demostradas.
Entre algodones guardo los viejos amores,
porque los nuevos ya no llegan
y de hacerlo vienen en desguace
con lentos arredros pertrechados.
Algún beso preservo olvidado
aunque le tenga en conserva cual regalo
en el cajón de las venturas
que viví, en los viejos tiempos
cuando la piel era tersa y la sonrisa
se abría al cielo inocente, blanca y pura
como lluvia que refrescara el estío.
Por último guardo entre las espinas
de las rosas marchitas y enceladas,
los amores que viví, los que olvidé
y alguno que no mereció mejor memoria.
Soy reo, esclava y guardiana de mi historia
Maria Toca
Santander-28-09-2019. 23,07.