Esperaré muy quieta
con el andar desnudo,
como anda un fantasma
por la casa habitada…
queda, lenta, segura
hasta que tú me abraces
y me quede tranquila,
tal que muy sosegada.
Luego, cuando el tiempo se pase,
recorreré despacio,
el cuerpo conocido
los rincones secretos,
y cuando te hayas ido
me quedará el recuerdo
de tu piel, de tus ojos,
clavados en los míos.
Mientras tanto, no temas,
andaré muy despacio,
tal que una sombra quieta,
escondida entre lumbres
de aquel hogar perdido.
Recorreré los pasos
que juntos anduvimos
dejando las simientes
de un amor que no pudo
atravesar fronteras
que las borró el destino.
Me quedará tu aroma
prendido de mis sábanas,
el tacto de tu piel
que cantaba en mis manos.
Y el sabor de esos besos
que jamás nos daremos
porque el tiempo no quiso
retrasar nuestros ciclos.
María Toca
Santander- 13-04-2018. 7,00
Camino de Madrid. Estación de Renfe.