De que está hecho el aliento
que nos bate, de un espíritu
latente y comprimido,
está hecho de rutina
de costumbre cierta,
de sombras y de muerte.
Cimbrea de noche
rutila como espuma que se vierte
en una marea de sombras
que yacen en la frente.
Camina, largo, tiende puentes
a diestro; a siniestro
quedamente, hiere fuerte,
se nubla cuando pasa la tormenta
de una guerra pactada sin pendiente,
porque las voces que oye
están ausentes, calladas,
como nunca en otra fuente.
Santander- 16-8-14, 18,25. 209 días sin ti.