Con hilo de planta coseré la herida
enhebrada en aguja de espanto
para que no escape ni un sentimiento
ni afloje el recuerdo pero sí, el llanto.
Una herida cerrada que medra
creciendo en ella las tibias palabras
y cercena lo injusto…
cuando se me olvida quien soy
y por qué estoy aquí, ella me lo abrasa
y ciñe a mi cintura cadenas de plata.
Coseré los márgenes de esa llaga oscura
para que no escape ni un solo recuerdo
que en ella germinan con ansias de lucha
y paz en mi alma, preñada de guerras.
Con hilo de plata…si tengo,
o con cualquier otra hebra
que encuentre a mi paso.
El caso es cerrarla, dejarla en el cofre
de las cosas tristes que pasan y quedan
haciendo del alma, sufriente, más grande.
María Toca
Santander-10-02-2019. 13,22.