Boca, que besas y muerdes
con el mismo ímpetu que rebosa
la ira, el placer, con que tocas
otros labios, otras bocas.
Tanto da, labios sutiles
o enfurecidas las fauces
como fieras que desgarran
con la daga hecha palabra
corazones al socaire.
Boca que siente el calor
de otra piel, si está cercana,
que blande, como puñales
palabras que son de lance.
En cambio, luego te meces
en sutiles sortilegios
o en efusivos enojos
sin apenas desvarío.
Boca que grita o que reza,
boca que muerde o escupe,
la misma boca que hiere
puede besar al difunto.
Boca que beso y que añoro
boca que hiero y me mata.
Santander-29-4-2016. 20,29.