A ti, que te sientas, ahí solo,
adornando las horas
con la tibia esperanza
de encontrar unos versos
que te amparen y puedan
llenar los huecos rotos.
A ti, que escuchas sin aliento
los pasos que se pierden distantes
en el rellano, compartido,
y constatas, callado,
que nadie viene a verte.
A ti, que guardas los recuerdos,
en cajitas pequeñas,
en estantes diversos,
para que no hagan daño
para que no se vean.
A ti, que enterraste hace tiempo
los sueños, las andanzas
de aventuras diversas
y te miras en el espejo roto
de la vieja esperanza;
y no te reconoces.
A ti, a vosotros, a todos,
os dedico estos versos,
como un desacato, que me lleva
a deciros, que a mi también
me adorna la soledad
y me quedo dormida
soñando que me queda delante
más tiempo por andar,
que algún día, me cubrirá el cuerpo
el calor cotidiano
de un abrazo cercano.
Santander- 23-8-15, 20,52. 580 días sin ti pero contigo.