Que bello, que amable te encuentras
cuando te miras en ojos que te aman
con gusto te vistes de oropeles
y te sonríe la vida sin aviso,
en cambio, que oscuro, triste, apagado
si te contemplas en ojos fieros,
que te miran con desprecio cerrado,
hostiles, en la derrota de la estima.
En esos te contemplas muy pequeño
sin la brava sensación de aquiescencia;
te hace niño, frágil, te derrama
por la espesura de una torva mirada
que no ama, que destruye
lo que con tanto ahínco construiste.
Por eso, nos tienta el amor más que las sombras
por vernos agrandar nuestro tamaño
aunque a veces, con ello, se nos pierda
la exacta medida de la altura
de nuestra persona, pendientes
de la mirada complaciente del extraño.
Cala del parque de Mataleñas-24-8-14- 13,47.227 días sin ti.